viernes, mayo 11, 2007

JÓVENES EXITOSOS




Ya empecé a subir mis archivos. Esta fue una entrevista por el Día de la Juventud reseñada en el diario El Tiempo. ____________________________________________________
SOCIEDAD La juventud no se cansa de luchar para hacer sus sueños realidad

La constancia, el optimismo, la seguridad en sí mismo y el espíritu de lucha son, según los propios chicos, las armas más valiosas para lograr sus objetivos personales y profesionales. Tres muchachos comentan sus experiencias y confiesan algunas de las claves para alcanzar el éxito. I. CALDERÓN / L. CASTRO/ D. ATAGUA
ZONA NORTE / ANZOÁTEGUI.- Cuando de alcanzar sueños y metas se trata hay quienes dan todo para lograrlo. El mundo está lleno de jóvenes que luchan con armas como la constancia y la fe para conseguir lo que se han propuesto en la vida. Erwin García es ejemplo de ellos. Con 27 años de edad ya tiene un título de Licenciado en Comunicación Social y otro en Publicidad. Además, su vocación de enseñar y compartir sus conocimientos lo llevan a desempeñarse como profesor universitario.El éxito obtenido a lo largo de su vida se lo adjudica a su fe en Dios. “Es él quien me da la fuerza para no decaer en los momentos difíciles”, comenta con certeza. “Como en los cuentos”Desde pequeño se trazó metas claras y específicas. Siempre estuvo seguro de lo que quería y en función de ello trabajó con esmero, dedicación y seguridad.Erwin cree "que los sueños se hacen realidad, como en los cuentos de hadas". Una sonrisa hizo iluminar su rostro cuando recordó que desde niño soñaba con ser periodista e interprete.Su cepillo de peinar era el micrófono con el que él y su hermano narraban interesantes jornadas deportivas sin imaginar que su paso por los medios de comunicación se iniciaría cuando cumpliera los 15 años de edad. “Como productor del programa infantil el ‘Mundo de los Chiquitos’”, que se transmitía por el canal TVO comencé a materializar uno mis sueños: ser periodista”.Voz celestial Erwin también asistía a los coros de las iglesias, y cantaba como solista. En el año 2002, después de tanto ensayar, asistió a un casting para formar parte de Equilibrio, un quinteto conformado por jóvenes del estado Anzoátegui.Este hecho lo llevó a pensar que su ilusión de conquistar al público con sus melodías empezaba a hacerse realidad. Su interés en ese momento era que su agrupación fuera seleccionada para participar en el Reality Show Generación S, que transmitía Venevisión. “Le pedí mucho a la Virgen María Auxiliadora porque soy devoto de ella y al parecer escuchó mis súplicas. El 24 de mayo del 2002, día de la virgen, me llamaron para darme la noticia de que Equilibrio participaría en el programa de TV, en el cual alcanzó el cuarto lugar. Así fue que logré otra de mis metas".Para Erwin el secreto del éxito está en buscar lo mejor de sí y explotarlo. “No hay que dejarse llevar por las cosas que dicen los demás. Hay que ser uno mismo, sin dejar a un lado la humildad que caracteriza al venezolano luchador".

Date Duro / Capítulo I: Chupi chupi sobre ruedas...

Este texto lo publiqué en varios diarios cuando estudiaba y todavía no hacía periodismo serio, jajajaja... que lo disfruten! Saludos. Erwin.
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Hace unos días salí de la universidad y me cansé de buscar a Kike (un
pana que me da la cola), pero no lo encontré. No me quedó otra que irme en Taxi. Cuando paré el carro recordé el disco rayado de mi adorada madre: "cuando pares un taxi, obsérvale bien la cara, que sea de confianza... bla, bla,bla." Luego del profundo análisis, concluí: Por supuesto que es de confianza pues es un señor mayor, canoso, con lentes, medio rechoncho y parecido al abuelo de Heidi, ¿qué daño puede hacer ese anciano indefenso?, me monté, no tenía ni música y el silencio era sepulcral hasta que yo inicié la conversación: ¿Y cómo estuvo el día, mucho trabajo?. El abuelo con cierta tristeza me respondió: ¡ay mijo estudie, échele bola, porque esta vida es muy dura, usted no sabe lo que es estar todo el día detrás de este volante!. Si el señor seguía hablando yo iba a largar el llanto: Me compadecí de él. Así que le dije bueno vamos a invitarle un fría pa´ que no se queje, y el viejo me dijo: no mejor dame los reales que yo tengo otra manera de divertirme. Y yo me quedé intrigado. Hasta que veo, que a la altura del Barrio Saigón empieza a bajar la velocidad. ¿Qué hace ese este viejo de mier... en este lugar que matan nada más con el pensamiento? Me levanto y le digo: "Yo no me quedo aquí". El respondió: "Un momentico hijo que voy a saludar a unas amiguitas". Cuando de pronto veo que sale de un matorral, una chica de ébano que serpenteaba como si tuviera los guasarapos revueltos, con una licra fucsia que le paraba la circulación, y una diminuta camiseta con la que se podía apreciar lo despechada (léase sin pechos) y desnutrida que estaba. El cabello más corto que el mío y sin peinar, bañada en cicatrices por todos lados, con la cara llena de talco y los labios de color rojo onoto. Ante este apocalíptico panorama, yo me quedé congelado y mudo. Se trataba de una integrante de la banda las "chupi-chupi", aquellas que cobran el precio solidario de 500 bolos por succionártelo en el carro. El viejo bajó mi ventana y la desgraciada tuvo la desfachatez de sonreir aún cuando le faltaban los cuatro dientes delanteros. Con aires de Xica Da Silva le dijo al chófer: Hola papi, me trajiste carne fresca. Yo no me aguanté, y cagado le dije: "No señora, jejeje". Acto seguido, me acarició la cara y me dijo no tengas pena, mira que sin diente es más sabroso... ¡nada más de imaginármelo se me revolvieron las tripas! De pana que esa negra era fea con bolas, yo quería dejar la peluca, pero el chófer estaba enamoraísimo. Así que me arreché y le dije: "Arranque o me bajo". El viejo entendió y le prometió a su muñeca que vendría a recibir su ración en unos minutos. ¿Quién diría que el viejito bondadoso era malamañoso. Por eso digo que las madres tienen mucha razón, la próxima vez que me monte en un taxi voy a volver a ver bien la cara. Pasé el susto de mi vida, he visto gente fea y a ella. Ahora cada vez que veo el comercial de Bon Ice recuerdo a la negra y no precisamente por pingüino sino por chupi-chupi.
ERWIN GARCIA