Siempre escucho hablar a mis amigos de sus abuelas, supongo porque están vivas. Yo, al contrario, muy poco las nombro quizás porque ya no veo sus arrugas buscando compañía al caer la oscuridad. Casi siempre las recordamos al pasar las páginas amarillentas de álbumes guardados o cuando pasamos cerca de su retrato colgado en un lugar especial.
Yo fui muy afortunado, ¿Por qué? Porque tuve una abuela blanca y otra negra. No, no estoy loco. Ya verán por qué.
Cuando hablo de la blanca es de Mamá Teresa: Ama de casa. Señora de unos apagaditos ojos azules tornando a violeta, mejillas rosadas y un donaire de otrora. Dueña de un carácter imponente, digno de una atesorada mujer de un noble y laborioso terrateniente. Para más señas, hija de árabes, razón por la cual acobijo la herencia racial y religiosa que corría por sus venas. Imagínense todo eso, en una anciana postrada en una cama por el pasar de los años y con una larga cabellera inmaculadamente bañada de algodón.
A las cinco de la tarde debía estar bañada, peinada y perfumada de pies a cabeza. Agua de Rosas o Jean Nate. Su vestido (de telas europeas y colores neutros) lo escogía luego de que su mucama de turno le mostrara uno tras otro, hasta escoger el más perfecto, como si estuviera esperando una visita, la cual nunca llegó porque sus aciagas tardes estuvieron colmadas de soledad. Hasta que yo a los 10 años llegué para hacerle compañía sobre una blanda camita de la cual siempre me sobresalían los pies. Pasaba la noche escuchando sus quejas por una pastilla y arrullado por el traqueo melodioso de un ventilador desatornillado que soplaba para ambos.
Cada mañana; un beso y la bendición de brazos cruzados, de lo contrario yo sería reprendido por la indómita matrona. Aprendí sus maneras, a retirarme cuando los adultos deseaban hablar, a no opinar nada que aparentara malas costumbres o atentara contra su moral, a decir; con permiso señora, seguido de gracias. A preparar café y ofrecerlo apenas alguien pisara la puerta. Una educación estrictamente dirigida por una abuela con modales dictatoriales. No puedo eludir a mi espíritu mordaz para inferir que quizás hubiese sido una buena maestra para geishas. Ella casi nunca sonreía, le parecía de mal gusto mostrar los dientes y los pies a todo el mundo. Era muy selecta. Cada mandado era devuelto porque nunca quedaba complacida, quería saberlo y dominarlo todo a su alrededor; desde aquel mango que caía esparramado en la tierra hasta lo que alguien llevara oculto en sus manos. Recuerdo que una de las tantas indiecitas que la cuidaba, una mañana se le ocurrió la ingenuidad de pegarse al pico de su refresco presumiendo que ella no se daría cuenta, pero al voltear era muy tarde porque la bofetada venía sin piedad sobre ella.
Una mujer fiel que levantó a sus once hijos de un mismo hombre y alrededor de ella se creó el mito de una familia numerosa, unida, buena y religiosa, convirtiéndose en una de las más arraigadas y queridas del pueblo. Una dama que hasta en sus últimos lustros fue el alma decembrina, haciendo volver hasta al más distante y recóndito de sus herederos para darle un abrazo y hacerla sonreir cada año nuevo...
...De otro mundo, de otra ciudad, de otras costumbres, de otras pobrezas viene mi abuela negra y sus historias de dormir en catre con su Maíta. Aura o Aba como le gustaba que le dijeran. De cabellos negros, a veces con cayenas en la oreja (regaladas por nosotros mismos). Morenita, con la boca pintada de rojo y cachetes coloraos, siempre con sus dos peinetas o cortejos, según su vocabulario. Digna de una alegría desbordante y unos relatos increíbles que desternillaban de la risa, propios de una oriental. Sus batas eran las mismas de siempre, anchísimas y estampadas con flores multicolores. Recuerdo que una vez mi abuela lavó su ropa y la tendió en el balcón, y un amigo de mi hermano le preguntó que si mi mamá le lavaba la ropa a Yolanda Moreno, jejejeje. Ella se vestía de lo que los demás dejaran o convertía cualquier retazo en sus más devotos ropajes y aunque le regaláramos trajes nuevos, siempre volvía a los suyos. De joven trabajaba haciendo tabacos para llevar comida a sus hijos. Cantaba tangos: “Cuesta abajo en mi rodada…” luego trataba de bailarlo, allí es cuando siempre daba un traspié y teníamos que socorrerla. Hablaba de aparecidos y fantasmas. Rezaba a todo pulmón y tenía un libro, que quizás algún día me atreva a editar, con todas las oraciones que quizás nadie imagine pueda escribir una abuela. Consentía más a los nietos varones que a las hembras, mi hermano Elías y yo, recibíamos los platos con las más grandes presas ante la mirada suspicaces de nuestras hermanas. Era como un pacto de ternura para con nosotros. Apenas hacía una arepa se ponía a ver los números en lo quemado de la concha y que para jugarlos en la lotería. Montaba sus pies sobra las comiquitas de los periódicos; Panchita, Mandrake, Periquita, Olafo para seguir adivinando supuestos datos de azar. Así pasaba toda la tarde mi abuela negra.
Siempre sacaba un pan de los grandes bolsillos de sus vestidos. Hacía remedios caseros. Nunca recuerdo que oliera a perfumes, sino a rastros de mentol o hierbas. Nunca supe porque sus hijos todos fueron de padres diferentes. Nunca reunió a sus cuatro hijos en un diciembre, después de grandes.
Ella iba de casa en casa, recordando a su Maíta, buscando quizás ese catre que tanto le gustaba, pero se conformó con refugiarse en el cálido abrazo de unos nietos que la adorarán hasta tiempos inmemoriales.
Estas páginas amarillentas, arrugadas, olvidadas en un libro de lecciones de infancia, forman parte de lo que soy. Dos razas, dos mundos, dos legados; el temor y la fuerza, el coraje y la ternura, la humildad y la soberbia, la compañía y la soledad, la fidelidad y la aventura, la rigidez y la libertad, la decencia y el desenfreno, se mezclan en mi sangre así como el blanco y el negro para echarse a suertes cada pensamiento y cada gesto de mi ser.
Espero que desde el cielo ellas lean este post. Aunque creo, por el escalofrío tan extraño que eriza mi piel, que este instante alguna de ellas dos, o las dos, están justo detrás de mí leyendo lo que escribo.
Yo fui muy afortunado, ¿Por qué? Porque tuve una abuela blanca y otra negra. No, no estoy loco. Ya verán por qué.
Cuando hablo de la blanca es de Mamá Teresa: Ama de casa. Señora de unos apagaditos ojos azules tornando a violeta, mejillas rosadas y un donaire de otrora. Dueña de un carácter imponente, digno de una atesorada mujer de un noble y laborioso terrateniente. Para más señas, hija de árabes, razón por la cual acobijo la herencia racial y religiosa que corría por sus venas. Imagínense todo eso, en una anciana postrada en una cama por el pasar de los años y con una larga cabellera inmaculadamente bañada de algodón.
A las cinco de la tarde debía estar bañada, peinada y perfumada de pies a cabeza. Agua de Rosas o Jean Nate. Su vestido (de telas europeas y colores neutros) lo escogía luego de que su mucama de turno le mostrara uno tras otro, hasta escoger el más perfecto, como si estuviera esperando una visita, la cual nunca llegó porque sus aciagas tardes estuvieron colmadas de soledad. Hasta que yo a los 10 años llegué para hacerle compañía sobre una blanda camita de la cual siempre me sobresalían los pies. Pasaba la noche escuchando sus quejas por una pastilla y arrullado por el traqueo melodioso de un ventilador desatornillado que soplaba para ambos.
Cada mañana; un beso y la bendición de brazos cruzados, de lo contrario yo sería reprendido por la indómita matrona. Aprendí sus maneras, a retirarme cuando los adultos deseaban hablar, a no opinar nada que aparentara malas costumbres o atentara contra su moral, a decir; con permiso señora, seguido de gracias. A preparar café y ofrecerlo apenas alguien pisara la puerta. Una educación estrictamente dirigida por una abuela con modales dictatoriales. No puedo eludir a mi espíritu mordaz para inferir que quizás hubiese sido una buena maestra para geishas. Ella casi nunca sonreía, le parecía de mal gusto mostrar los dientes y los pies a todo el mundo. Era muy selecta. Cada mandado era devuelto porque nunca quedaba complacida, quería saberlo y dominarlo todo a su alrededor; desde aquel mango que caía esparramado en la tierra hasta lo que alguien llevara oculto en sus manos. Recuerdo que una de las tantas indiecitas que la cuidaba, una mañana se le ocurrió la ingenuidad de pegarse al pico de su refresco presumiendo que ella no se daría cuenta, pero al voltear era muy tarde porque la bofetada venía sin piedad sobre ella.
Una mujer fiel que levantó a sus once hijos de un mismo hombre y alrededor de ella se creó el mito de una familia numerosa, unida, buena y religiosa, convirtiéndose en una de las más arraigadas y queridas del pueblo. Una dama que hasta en sus últimos lustros fue el alma decembrina, haciendo volver hasta al más distante y recóndito de sus herederos para darle un abrazo y hacerla sonreir cada año nuevo...
...De otro mundo, de otra ciudad, de otras costumbres, de otras pobrezas viene mi abuela negra y sus historias de dormir en catre con su Maíta. Aura o Aba como le gustaba que le dijeran. De cabellos negros, a veces con cayenas en la oreja (regaladas por nosotros mismos). Morenita, con la boca pintada de rojo y cachetes coloraos, siempre con sus dos peinetas o cortejos, según su vocabulario. Digna de una alegría desbordante y unos relatos increíbles que desternillaban de la risa, propios de una oriental. Sus batas eran las mismas de siempre, anchísimas y estampadas con flores multicolores. Recuerdo que una vez mi abuela lavó su ropa y la tendió en el balcón, y un amigo de mi hermano le preguntó que si mi mamá le lavaba la ropa a Yolanda Moreno, jejejeje. Ella se vestía de lo que los demás dejaran o convertía cualquier retazo en sus más devotos ropajes y aunque le regaláramos trajes nuevos, siempre volvía a los suyos. De joven trabajaba haciendo tabacos para llevar comida a sus hijos. Cantaba tangos: “Cuesta abajo en mi rodada…” luego trataba de bailarlo, allí es cuando siempre daba un traspié y teníamos que socorrerla. Hablaba de aparecidos y fantasmas. Rezaba a todo pulmón y tenía un libro, que quizás algún día me atreva a editar, con todas las oraciones que quizás nadie imagine pueda escribir una abuela. Consentía más a los nietos varones que a las hembras, mi hermano Elías y yo, recibíamos los platos con las más grandes presas ante la mirada suspicaces de nuestras hermanas. Era como un pacto de ternura para con nosotros. Apenas hacía una arepa se ponía a ver los números en lo quemado de la concha y que para jugarlos en la lotería. Montaba sus pies sobra las comiquitas de los periódicos; Panchita, Mandrake, Periquita, Olafo para seguir adivinando supuestos datos de azar. Así pasaba toda la tarde mi abuela negra.
Siempre sacaba un pan de los grandes bolsillos de sus vestidos. Hacía remedios caseros. Nunca recuerdo que oliera a perfumes, sino a rastros de mentol o hierbas. Nunca supe porque sus hijos todos fueron de padres diferentes. Nunca reunió a sus cuatro hijos en un diciembre, después de grandes.
Ella iba de casa en casa, recordando a su Maíta, buscando quizás ese catre que tanto le gustaba, pero se conformó con refugiarse en el cálido abrazo de unos nietos que la adorarán hasta tiempos inmemoriales.
Estas páginas amarillentas, arrugadas, olvidadas en un libro de lecciones de infancia, forman parte de lo que soy. Dos razas, dos mundos, dos legados; el temor y la fuerza, el coraje y la ternura, la humildad y la soberbia, la compañía y la soledad, la fidelidad y la aventura, la rigidez y la libertad, la decencia y el desenfreno, se mezclan en mi sangre así como el blanco y el negro para echarse a suertes cada pensamiento y cada gesto de mi ser.
Espero que desde el cielo ellas lean este post. Aunque creo, por el escalofrío tan extraño que eriza mi piel, que este instante alguna de ellas dos, o las dos, están justo detrás de mí leyendo lo que escribo.
38 comentarios:
GRACIAS GRACIAS GRACIAS, ahora no solo has ganado mi admiración y mis mas sinceros respetos, a eso se le llama superarse y con creces, además has ganado las bendiciones y abrazos de todas aquellas madres y abuelitas a quienes muchas veces olvidamos, la mía le dio el valor añadido de unas lagrimitas que en silencio decían gracias. Desirée
Hola Erwin, así que eras un nieto consentido jajaaaaaaaaa...bonita manera de recordar a tus abuelas.
:-)
Bellas palabras para hacer referencia a unos seres extraordinarios como son nuestros abuelos, por lomenos asi lo percibo. Hermoso homenaje, que entre sus diferencias te han hecho el ser que eres. Una de mis abuelas esta muerta, murio enmismanos, dicen y asi lo pienso que con la dicha de confundirme en su demencia senil con mi padre. Ambas fueron y una sigue siendo, mujeres extraordinarias, queridas, divinas, trabajadoras, luchadoras, con caracter fuerte, con deseos de ver a su familia seguir hacia adelante. Hubo momentos de dicha, de tristeza, de complicidad, de compañia, de cariño y de miles de sentimientos llenos de buenas intenciones. Me acordaste de ellas, de sus rostros, de esas arrugan que les quebraban y le siguen quebrando a una la piel. Mi abuelamuerta sufrio horrores lamuerte demi padre, llevo luto hasta el final de sus dias, mi abuela viva esta enferma y casi ni ve, ni oye, poco se acuerda de sus familiares. Ambas fueron, son y seran un recuerdo permanente e indisoluble en mi mente. Me acordaste con eso de Aba, a la mamá de un amigo, que le encanta que la llamen de esa forma. Gracias por esos pasajes hermosos, yo tambien viaje a mi infancia. Negra chepa te amo, que dios te tenga en su gloria, igual que a ti mi querida abuela Ninfa. Chepa era la nana que siempre nos cuido a mi hermana y a mi, una negra hermosa, bella, dicharachera, que ya no esta con nosotros, pero si de corazon y de alma....Erwin estoy anonadado, enloquecido y maravillado por tu escrito.... que dios te bendiga por este regalo!
HERMANO, NADIE MEJOR QUE TU PARA ESCRIBIRLE A LAS ABUELAS, TU QUE ESTUVISTES CON MAMA TERESA DURANTE TODA SU VEJEZ Y NUNK TE SCUCHE QUEJARTE NI DECIR NADA MALO A PESAR DE QUE ERAS MUY NIÑO Y JOVEN MI WATI , ELLAS DESDE EL CIELO ESTARAN ECHANDOTE PORRAS Y VIVAS POR LO TIERNO Y VERIDICO DE TU RELATO,LAS DESCRIBISTES TAL CUAL HERMANO ,M HICISTES ACORDAR DE NUESTRA NIÑEZ EN CANTAURA QUE CON UN SIMPLE MANGO, UN BAÑO EN UN RIO SUCIO,UN BOMBON CON PEPSICOLA , ERA UN FESTIN PARA NOSOTROS, NADA DE MC DONALDS,DISNEYLANDIA ,PARA NOSOTROS LO POCO ERA MUCHISIMO,
A TODOS LOS QUE LEEN ESTE POST QUIERAN MUCHO A ESE LIBRO ABIERTO QUE SON SUS ABUELAS,NO C MOLESTEN CUANDO NO PUEDAN CAMINAR PUES ELLAS TAMBIEN LO ENSEÑARON A CAMINAR A UDS, CUANDO NO KIERAN COMER NO C MOLESTEN TAMBIEN LO HICIERON CON UDS CUANDO FUERON NIÑOS, CUANDO NO KIERAN BAÑARSE,NO LOS IGNOREN,AMENLOS, ESCUCHENLOS ,MI WATI SOLO TU TIENES ESE CORAZON... POR ESO T QUIERO MUCHO...ELIALMY.
COÑO ERWIN YA HAN PASADO VEINTE MINUTOS Y TODAVIA ESTOY LLORANDO, GRACIAS HERMANO ,GRACIAS POR SER ESA PERSONA Q ADEMAS DE ESTAR TAN OCUPADA SIEMPRE, CON TUS TRABAJOS,EN EL DIA , EN LAS NOCHES,EN LOS FINES DE SEMANA ,TUS ESTUDIOS,SIEMPRE ESTAS PENDIENTE HERMANO DE LO Q L HAGA FALTA A TUS PADRES, A TUS SOBRINOS,A TUS HERMANOS,L DOY GRACIAS A DIOS POR SER PARTE DE NUESTRA VIDA. ELIALMY
Te envidio de una manera muy sana, yo ya no tengo la oportunidad de tener a mis abuelas conmigo.........y por cierto quein te dijo lo de NPO??????
BERRO ERWIN O_o
Fabulosas letras y una descripción impecable! TE FELICITO!!! xD
Demasiado bello tu post Dios te bendiga! Seguramente si estaban tus abuelas :)
Gracias por ese post salido del alma... creo que nos transportaste a cada uno a la entrañable relación con nuestras abuelas, la mía es lo más importante en mi vida (sólo he tenido una abuela) y la extraño cada día... razones poderosas me alejan fisicamente de ella pero la llevo en lo más profundo de mi ser. Hiciste que a mi cabeza viniera mi convivencia con ella a lo largo de mi vida...
Saludos!
La Maga
Erwin, me siento demasiado identificado con el post, yo también tengo dos abuelas, una blanca venida de aquella europa en conflictos de guerras, y una negra nacida bajo el cálido sol de nuestra costa caribeña!
por favor, dios, amé este post como no tienes idea, fue un recorrido por la casa de una de ellas, sentandome en su cama y contemplando aquel mango tirado en el piso...
yo tengo la suerte de tener a ambas vivas, y espero poder disfrutalas por unos cuantos años más, si Dios lo permite!
mi piel se erizó y mis ojos se humedecieron al final del post! tocaste mi fibra internaaa!
Take Care...
Bye_!
Sr... Parece que puedes escribir otras cosas diferentes a critica mordaz... Y excelentemente bien debo agregar, que buen post, en unas cuantas lineas, nos hiciste queres mucho más a nuestras abuelas... ¡Que lindo! Gracias!
Epale pana, muy poético vos ah... muy buena manera de recordar esas vivencias, esas experiencias que estoy seguro a todos nos marca la vida.
Un abrazo.
Q lindooo!!! Cada vez que leo un post nuevo siento que lo haces mejor... Las abuelas... Yo particularmente tengo dos sensibilidades, los ancianos y los bbés!! para mi son seres tan vulnerables que merecen todo el cariño y comprensión del mundo.
En mi caso tengo la dicha de tener tres abuelitas y son tan pero tan bellas y especiales que me quedo corta tratando de describirlas.
Muy buena tu escritura, pues me hiciste recordar varias experiencias junto a cada una de ellas!!!
Espero no verlas irse de este mundo y si me toca, se que se iran para hacer lo que saben alla arriba.
Saludos para ti Erwin, y ya que eres tan complaciente espero algún dia te dediques a escribir algo sobre las personas poco comunes (no basicas) extrañas y perversas...
Ana Pires
Sabes Erwin, pienso que las personas aún muriendo del plano terrenal, cuando nos aman, no nos abandonan del todo. El recuerdo es una forma de amr, de extrañar, como digo de desempolvar un abrazo que sientes en el alma y te cobija en tus momentos fríos y tristes.
Hace mucho, mucho tiempo murieron mis 4 abuelos, mi aburlita querida,murió cuando apenas yo tenía 5 años; recuerdo tantas cosas de ella, su aspecto, su trato, hasta sus ropa una que otra vez y mi madre me dice luego que como puedo acordarme de tantos detalles.
cuando recuerdas, vuelves a amar. No nos queda más que entonar una oda a las abuelas y abuelos que ya no están y que hicieron de nuestros días de infancia, manuscritos para la posteridad inmnortal.!!!
Yo, lamentablemente, no tuve ese tipo de vínculo con mis abuelas. Pero me parece muy linda tu descripción de las tuyas.
Esta vez me hicieron lagrimear ustedes con sus comentarios. Muchas gracias por eso, casi nunca lloro. A pesar de que lo leí y lo leí no sentía que hubiera impregnado todo el sentimiento que tenía al escribir, pienso que me quedé corto hasta de líneas. Y de verdad que no lo pude terminar porque el temor me venció.Un abrazo para todos. Dios los bendiga.
Es increible como a lo largo de nuestra vida, tal vez presionados por el medio externo o por nuestra incansable búsqueda de exito y prosperidad, vamos dejando de lado los verdaderos tesoros, aquellos que no podemos comprar, aquellos ganados solo con nuestra existencia, el amor sincero...lástima que a veces necesitamos leer un post para recordar lo maravilloso que es contar con una abuela, con sus mimos, caricias, con sabias palabras y sobre todo con esa mirada tierna que nos roba el corazon. Desde que lo leí me he sentido triste, alegre y más que todo afortunada por ser amada de esa manera. Que Dios te bendiga más aún por esa forma tan maravillosa que tienes de valorar la vida y de extender esa magia a todos por igual. Tu madre debe estar muy orgullosa porque eres la bondad con gafas. Desi
Aaaaaaaaaaaaaaaah fijate tu.....aparte de la Manikita quienes mas seran los comunes?, cuando este un fin d semana por esos lares jajajajajaja te aviso para parlamentar.
Es sin duda alguna, tu mejor post desde que empezaste.
Mas que hablar de tus abuelas, hablaste de nuestra cutura y de lo que esta mezcla pare: Gente hermosa como tu.
Un Beso corazón (el mio se arrugo como las hojas amarillas de aquel libro viejo).
Nany.-
Alguna vez te comenté que tu familia debío criarte con mucho amor, ok, ya no me quedan dudas!!!
Sabes ya lo que pienso de este post, no puedo escribir un comentario que esté a su altura.
Alegría y temor... pues que se repita todo el año jejejeje. Un beso inmenso en tu corazón...Manikita.
Q lindo este post Erwin. Gracias por compartir tus sentimientos con nosotros. Gracias por mostrarnos la identidad tan partícular de nuestra mezcla de razas...
Un beso.
Me encanto leer este post... Tengo la suerte de tener a mi abuela de visita por unos meses aqui y me esta esperando en mi cuarto... Mandandome, pidiendome, reganadome, consintiendome!
Eres extraordinario de verdad tienes el don de llegar al corazon...
Bendiciones!
Erwin hermanazo, pasate por mi blog arecoger un premio dado con merecimiento........ saludos, un fuerte abrazo....
Gracias por demostrar una vez mas que un hombre puede tener exito, ser excelente profesional, triunfador y ademas expresar a fondo sus sentimientos.
P.D. tienes los labios mas sexis que he visto LVdC
Todo aquel que haya tenido una abuela, se siente identificado en este post. Excelente.
PD: Ves? que siempre hay alguien rndiendose al sex symbol de la blogosfera?: "tienes los labios mas sexis que he visto LVdC"...Que vaina tan seria
Para quienes nunca conocimos a nuestras abuelas (o lo hicimos de manera fugaz y borrosa), esta es una cronica estremecedora. Seria interesante ver cuanto de tu abuela blanca y cuanto de tu abuela negra hay en tu vision de la vida, tus habitos, tu aprehension del mundo. Que bueno que tienes ese legado mixto.
P.D. Escribes bien de pinga
Kpu bello, sabes que siempre te he admirado a montones y creo que siempre será asi, porque no paras de crecer espiritualmente...que impecable y emotiva descripción...me encanto!!! tqm
Hermano tenia abandonado tu blog pero aqui estoy nuevamente. Aqui estare como especatdor de tus nuevas notas.
jajajaja el nieto malcriado!!!
Saludos calurosos desde la tierra donde se sello la Independencia de Venezuela con la Batalla del Lago.
Lloviznando Ideas
Con esto realmente me identifiqué. Gracias a Dios mis abuelas siguen vivas todavía y haciendo de las suyas. Una se acostumbró a ser "la esposa del alcalde" (mi abuelo fue alcalde hace mucho tiempo) y no deja de quejarse de todo lo "chimbo", hacer las mejores tortas, inventar enfermedades para llamar la atención y de consentir a sus nietos como nadie lo hace. La otra, es maracucha, dice 10 groserías por cada 11 palabras que salen de su boca, siempre ha sido humilde, aunque le falta una pierna y es diabética toma refresco escondida y me quiere más que cualquier persona en el mundo. Sin duda, ese relato puede considerarse un homenaje muy bonito para tus abuelas. Aunque suene increible, muchas de las cosas que nos caracterizan como personas las heredamos (o aprendemos) de estas increibles señoras.
Erwin, qué post maravilloso y cautivador. Mil gracias por compartirlo, es un homenaje hermoso
Besos
Mi hermano, cuando puedas, date una vueltecita por mi espacio a buscar un premio que he otorgado a tu espacio, espero lo aceptes.
Un cordial saludo y feliz semana q casi comienza.
Ciaooooo!!!
Excelente hermano.... Que vivan los abuelos!!!!
Te deje un premio en mi blog.. Pasa a buscarlo...
SaLu2!!!
Hola Erwin, dejame decirte que otra vez ganaste mi admiracion en hablar de esas personas que despues de nuestros padres son los que nos consienten y miman. A diferencia de ti yo no conoci a mis abuelos ni a mi abuela materna solo escucho lo que mis padres comentan sobre ellos y creeme cada uno tenia su personalidad , sus costumbres debido a que vengo de familias extrajeras (por mi padre arabes) (por mi madre portugueses) sin embargo tengo a mi abuela paterna que se parece mucho a tu abuela blanca porque no se, sera por la forma de como la criaron pero nunca sonrrie y siempre es una seriedad que da miedo saludarla porque piensas que te puede morder jajaja, sin embargo cuando nos reunimos cambia las cosas porque no hay nada mas bonito que compartir con tus seres queridos!!!!
Besos, se te quiere!!!
;-)
Hey.................saludos pasa por mi blogg tenes algo para ti alli
Lindo post, hermano del alma llanera.
Saludos desde mi Cantina
corazon estoy preocupadisima sera que te paso algo? hace mucho que no sabemos nada de ti, besos y aunque sea haz señales de humo LVdC
probablemente ya sepas el efecto extraño que despiertas en las personas que leen tus ideas! contienen algo que resulta sencillamente irresisitible a quien abre su mente y tiempo a tus mas puras realidades y pensamientos, tienes un real y genuino don que, particularmente ami me encantria compartir mas personalmente! que te puedo escribir que alguien más no te haya comentado antes! me encanta lo que haces, no te detengas, lastima que no fue desde el principio.
Luego de una ráfaga de realidad, examenes e injusticias estoy de vuelta a mi mundo monocromático...
Yo solo tuve el placer de conocer a una de mis abuelas... Una mujer recia... Blanca... Y que también fue capaz de criar a sus 5 hijos SOLA... Tremendas abuelas que nos gastamos, no?
"Abrazos Monocromáticos Mr Erwin"
Que decirte Erwin García que no se haya dicho...eres sensible, inteligente, locuaz, brillante, hasta sexy te dijeron...mi querido wati, me has hecho sonreir más no llorar porque yo al igual que tu recuerdo a mamá Teresa de esa manera y siempre con orgullo, con diversión y hasta melancolía porque esos fueron los mejores años de mi vida, nchos nietos como tu dormimos en esa "camta blandita" y a mi particulamente me encantaba estar ahí por la "merienda" y porque de cierta manera todos anhelabamos ese cariño tan especial que ella sabía darnos a todos sus nietos...claro Elialmy siempre fué la favorita...era más blanca que yo jajajajaj pero no me molestaba ya estabamos acostumbrados era el "deber ser" en ese entonces.Gracias Wati, gracias por hacerme recordar esas cosa tan siles y maravillosas que vivims. Dios te bendiga mi aor...etoy muy orgullosa de tí no tanto por tus títulos y por tu avance académico...es más por tu sensibildad y tu carisma. te quiero. Mary
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