Yo soy del tipo de personas que siempre anda con diez objetos colgados en el hombro. A veces me siento el propio perchero humano. Para ir a la universidad tengo un bolso lleno de carpetas, libros, marcadores, borrador, bolígrafos, exámenes, libretas, hojas, revistas y periódicos, además de un maletín propio de la laptop. Para la oficina llevo mi almuerzo en un lunch bag, (van tres bolsos) y por último, el más importante, mi amado koala. (la gente no entiende porque yo voy en saco, con corbata, en chaqueta, o franela, como sea, pero con mi koala encima, yo tampoco, pero así voy). Parece que el Koala estuviera adherido a mi brazo izquierdo, es negro, genérico, tapa amarilla, endógeno, hidropónico, pero no lo desamparo, ni él a mi. Y es que dentro de él se encuentra una jauría de artilugios que forman parte de mi estresada cotidianidad; cartera, tarjetero, retenedores, cepillo dental, bolígrafos, caramelos, pastillas, estuche de lentes, llaves, chequeras, tarjetas, y pare de contar…
En estos días, me dieron 6 millones de bolívares (6 mil Bs. F.) para cancelar en efectivo la transmisión de una publicidad, pues el exquisito dueño del medio de comunicación, no quería cheques, sino la plata contante y sonante en sus manos.
Cuando llamo al Sr. XXX para pagarle, me atiende su señora diciendo: “Ay corazón, mi esposo se fue a Miami por una semana”. Y yo me dije: Diossssssss… y ahora qué hago con ese billetero???. Pensé guardarlo en una gaveta de mi escritorio, pero no tiene llaves, y como dicen por ahí: ¡por la plata baila el mono!, luego la llevé a mi casa, pensé dejarla debajo de mi colchón (en honor a nuestros ancestros) y en eso mi mamá me dice: “necesito 10 millones”, y yo tragué seco. Al rato mi hermana me dejó entredicho que ya estaba raspando la olla (léase: agotando sus recursos monetarios) , y cavilé maquiavélicamente: aquí tampoco está a salvo esta vaina!!! Mejor me quedo con los reales encima, dentro de mi inseparable koala.
Esa noche, no hallaba qué hacer, quería ir a todos lados, pero como siempre terminé en el cine y solo (porque me embarcaron). Compré boleto para ver El Duelo, me surtí de tequeños, refrescos, chocolates y galletas - el banquete propio de un cinéfilo que odia las cotufas- y me senté en la última fila. Solamente estábamos seis personas en la sala 8, hecho que me permitió sentirme el mismo Hou Yuanjia, el chino de la película que reventó a puños, mordiscos y patadas a todo el pueblo. Mi problema es que me sumerjo tanto en los filmes, que termino amoratado de tanto puntapié que le meto al asiento delantero. Al terminar la película me levanté cual victorioso gladiador asiático, salí, caminé, miré las vitrinas, me fui al estacionamiento (fuera de centro comercial) y de pronto, fui a acariciar mi bolsito, y de pronto, lo busqué en el hombro izquierdo y no lo tenía, lo busqué en el hombro derecho y no lo tenía, entonces palidecí. Escuché miles de vidrios rotos, quedé absortó, rebobinando mi casete encefalográfico y sentí un grito interno estremecedor: Dejé mi Koala en la silla!!!
En busca del botín extraviado
Me desesperé porque estaba lejos del cine, una vez más corrí al mejor estilo de forrest gun, pero las puertas del centro comercial tenían candado, empujaba las puertas, increpé al pobre vigilante, aún temblando y casi con lágrimas, le imploré que me dejara entrar a buscar mi koala perdido, luego lo empujé, me arrodillé, me levanté, ya ni sabía que hacer… el oficial a punto de ser inmolado por mí, me dejó entrar y pegué la carrera de mi vida, las escaleras mecánicas estaban apagadas, así las subí. Al llegar al cine, la santamaría estaba con escasos centímetros de tocar el suelo, me arrastré cual gusano y pasé… en la sala 8 no había ni un alma, sólo una joven pelirroja y pecosa limpiando los asientos y me dijo, con voz nasal y retrasada: ¿ Busca algo? Y yo la intimidé: ¡Quiero mi koala!. Ella: “Ay señor unos muchachos lo tienen por allá”. Entré al cuarto oscuro donde ella señaló y vi tres sujetos con cara de malhechores a punto de abrir mi bolso: los interpelé con respiración profunda, gutural y acelerada: ¡Quiero mi koala!, ellos me lo dieron y me dijeron disculpe que revisamos. "Aquí arderá Troya, pero el botín aparece carajo". "Dios mío ayúdame" habré dicho como 500 veces, mientras abrazaba el koala como si fuera un ser vivo, cerré los ojos, abrí el bolsillo, y el color me volvió al rostro al sentir el olor del sucio y desgraciado dinero, lo conté billete tras billete, ¡estaba intacto, íntegro, completo!, exhalé los nervios que causaron estragos en mí durante unos 10 minutos que parecían eternos.
Me sentí en terapia intensiva. Qué vaina tan mala. Ojalá que más nunca me despiste así y que tampoco vuelva a ver esas mierdas chinas que me trastornan y mojonean tanto que me hacen sentir Bruce Lee y botar mis pertenencias. Ahora cuando vaya al cine estaré más pendiente de no dejar la extensión de mi brazo a merced del hampa.
En estos días, me dieron 6 millones de bolívares (6 mil Bs. F.) para cancelar en efectivo la transmisión de una publicidad, pues el exquisito dueño del medio de comunicación, no quería cheques, sino la plata contante y sonante en sus manos.
Cuando llamo al Sr. XXX para pagarle, me atiende su señora diciendo: “Ay corazón, mi esposo se fue a Miami por una semana”. Y yo me dije: Diossssssss… y ahora qué hago con ese billetero???. Pensé guardarlo en una gaveta de mi escritorio, pero no tiene llaves, y como dicen por ahí: ¡por la plata baila el mono!, luego la llevé a mi casa, pensé dejarla debajo de mi colchón (en honor a nuestros ancestros) y en eso mi mamá me dice: “necesito 10 millones”, y yo tragué seco. Al rato mi hermana me dejó entredicho que ya estaba raspando la olla (léase: agotando sus recursos monetarios) , y cavilé maquiavélicamente: aquí tampoco está a salvo esta vaina!!! Mejor me quedo con los reales encima, dentro de mi inseparable koala.
Esa noche, no hallaba qué hacer, quería ir a todos lados, pero como siempre terminé en el cine y solo (porque me embarcaron). Compré boleto para ver El Duelo, me surtí de tequeños, refrescos, chocolates y galletas - el banquete propio de un cinéfilo que odia las cotufas- y me senté en la última fila. Solamente estábamos seis personas en la sala 8, hecho que me permitió sentirme el mismo Hou Yuanjia, el chino de la película que reventó a puños, mordiscos y patadas a todo el pueblo. Mi problema es que me sumerjo tanto en los filmes, que termino amoratado de tanto puntapié que le meto al asiento delantero. Al terminar la película me levanté cual victorioso gladiador asiático, salí, caminé, miré las vitrinas, me fui al estacionamiento (fuera de centro comercial) y de pronto, fui a acariciar mi bolsito, y de pronto, lo busqué en el hombro izquierdo y no lo tenía, lo busqué en el hombro derecho y no lo tenía, entonces palidecí. Escuché miles de vidrios rotos, quedé absortó, rebobinando mi casete encefalográfico y sentí un grito interno estremecedor: Dejé mi Koala en la silla!!!
En busca del botín extraviado
Me desesperé porque estaba lejos del cine, una vez más corrí al mejor estilo de forrest gun, pero las puertas del centro comercial tenían candado, empujaba las puertas, increpé al pobre vigilante, aún temblando y casi con lágrimas, le imploré que me dejara entrar a buscar mi koala perdido, luego lo empujé, me arrodillé, me levanté, ya ni sabía que hacer… el oficial a punto de ser inmolado por mí, me dejó entrar y pegué la carrera de mi vida, las escaleras mecánicas estaban apagadas, así las subí. Al llegar al cine, la santamaría estaba con escasos centímetros de tocar el suelo, me arrastré cual gusano y pasé… en la sala 8 no había ni un alma, sólo una joven pelirroja y pecosa limpiando los asientos y me dijo, con voz nasal y retrasada: ¿ Busca algo? Y yo la intimidé: ¡Quiero mi koala!. Ella: “Ay señor unos muchachos lo tienen por allá”. Entré al cuarto oscuro donde ella señaló y vi tres sujetos con cara de malhechores a punto de abrir mi bolso: los interpelé con respiración profunda, gutural y acelerada: ¡Quiero mi koala!, ellos me lo dieron y me dijeron disculpe que revisamos. "Aquí arderá Troya, pero el botín aparece carajo". "Dios mío ayúdame" habré dicho como 500 veces, mientras abrazaba el koala como si fuera un ser vivo, cerré los ojos, abrí el bolsillo, y el color me volvió al rostro al sentir el olor del sucio y desgraciado dinero, lo conté billete tras billete, ¡estaba intacto, íntegro, completo!, exhalé los nervios que causaron estragos en mí durante unos 10 minutos que parecían eternos.
Me sentí en terapia intensiva. Qué vaina tan mala. Ojalá que más nunca me despiste así y que tampoco vuelva a ver esas mierdas chinas que me trastornan y mojonean tanto que me hacen sentir Bruce Lee y botar mis pertenencias. Ahora cuando vaya al cine estaré más pendiente de no dejar la extensión de mi brazo a merced del hampa.
*A los que trabajan en los cines: les doy un consejo revisen hasta los bolsillos más inofensivos de las carteras, porque de pronto hallan un jugoso botín y se resuelven la vida. ¡No, es mentira!, ¡gracias por ser honestos!. “Lo que se gana fácil y de mala manera, también se pierde fácil y de mala manera”. Todavía tengo la plata, pero ya no en el koala, así que los que me conocen no lo miren con ansias… las cosas me pasan una sola vez.
25 comentarios:
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Menos mal que leí esto despues de las 5, cuando la mayoría del personal ya marcaron la milla.. porque mis carcajadas delatan que estoy leyendo algo diferente a los mails jejejeje.. Aunque no creo q te hayas arastrado como gusano para pasar la Santa María del Cine.. quizás te barriste como un grande ligas jejeje
Salu2!!!
arrastrado.. tengo hambre y me comí la r jejeje
Panaaaaaaaaaaaaa!!!!!! nooooo, loco... noooooooo!!!! Que susto tan macabro. De sólo imaginarme la situación me dieron náuseas y todo. Yo sé lo que es eso, sé muy bien cómo se siente y, lo peor, sé lo que se siente cuando lo perdido no es recobrado. Dos cosas:
1.- ponte las pilas y déjate de vainas. El dinero no es bueno cargarlo encima, era mejor guardarlo aunque sea enterrado.
2.- Lava el Koala... y tu ropa interior (supongo que la ensuciaste durante la carrera) juajuajua ;)
Vele, suerte. Un abrazo
Hay no es por ser Pajua, pero es que es casi imposible no reírse de la desgracia ajena, me morí de la risa, pero ahora mas serena te digo que, pana que mala pata la tuya, pobrecito, pero lo recuperases así que alégrate eso significa que tienes buen karma y Dios te regalo un requete buen ángel guardián…
jejeje me da risa tu sarkmos desde el principio de la entrada con eso de "tu propio perchero humano" hasta el final "estaré más pendiente de no dejar la extensión de mi brazo a merced del hampa".....jejeje
Pss como siempreeeee haciendo un relato de tu vida tan interesante, la pluma no puede con vos y nosotros aki clavaoosss leyendote....
Me dio mucha risaaaa y pa la prox t apuntas con keiser y conmigo jejeje pa q no qdes embarkdo y mas si tenias 6 palos bajo tu brazo con eso ufff q ygabas a mcboo, esa pelicula la vimos los dos tal cual tu, 6 pela gatos en la sala (obvio funcion de media noche y viernes oseaaa) emocionados por las peleas aunq son tan ficticia y full de chucherias, helado, nachos, tequeños, etc.....menos cotufas odio las cotufas....
Mira depositaaa los palos mi alumno uno nunk sabeee
jajajaja menos mal que apareció ese koala millonario, por que si no tal vez si estuvieras en terapia intensiva ahorita.... Yo sinceramente pertenezco a la sociedad venezolana de NO a los koalas, pero bueno ya he aprendido a aceptar a las personas que lo usan... jejejeje... Nahhh mentira, saludos pana Erwin, espero que todo este bien.
Por qùè seràs asìiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.......................jajajajax1000...
Te kerrooo...tetrañuuu...te amuuu <3
Pasa en las películas, pasa enla vida de ERWIN, pasa en TNT JAJAJAJAJAAJAJAJAJAJA
echito marre....menos mal lo conseguiste!
ja ja estuvo buenisimo este capitulo de "Los extraños y Comunes Acontecimientos de Erwin" yo soy el despiste hecho hombre, pana... y ese recordar repentino que algo perdiste, palidecer, correr, recordar donde dejaaste las cosas es el pan diario de mi vida.
Fui a Caracas este lunes a buscar el título de un curso, dure 5 minutos alla, como llegué a la 1, almorce en Subway, cuando iba ya en la estacion del mestro de Bellas Artes pienso "Dure 4 horas por la cola -por lo general llego en 1 1/2 hora - y aqui tan solo 5 minutos buscando el título, el título, el título.. ¿donde está el titulo? Ok es un papel, pero veeerga, gracias a Dios lo habia dejado en Subway, se lo habian dado a la cajera.
Bueno Erwin yo te digo que es mejor guardar esa plata en tu cuenta hasta que el tipo llegue.. y menos mal aclaraste que ya no lo cargas encima, pero de ser tu pana le hechara una revisaita por si a las moscas je je
hermanito que susto!!! uufff.. menos mal que lo conseguiste, ahora me pregunto algo.. no tienes ganitas como de practicar algun deporte de alta competencia como triatlon jeje?? es que me imagino que ya comprobaste con ese carreron que estas en exelentes condiciones fisicas. que suerte!!! un besote
Jajajaj la propia película de acción y suspenso, que cómico, me encantó el post, muy bueno, podré reirme toda la semana recordando el relato, pero ojo! el Oscar ya me lo gané yo, no llevas chance. Por cierto, con esta revelación estaré pendiente del koala en alguna de estas pautas....qué?...tu no eres el único con impulsos delictivos y la tentación de revisar carteras, que tal? que es contagiante... Cuidate, ñaca, ñaca... sé dónde trabajas...Beso hampón...Manikita.
Bueno, yo personalmente creo en la buena fé de la gente. El jueves pasado dejé botada mi calculadora HP en uno de los pupitres del salón de la forma más idiota... guardando un puesto. La chama nunca llegó y yo dejé el aparato tirado ahí. Lo peor es que una gordita que es la única que me cae mal de las personas que estudian conmigo fue la que la consiguió y me la devolvió. Ahora tengo que saludar y hablar con la gordita insoportable... Saludos Compa. Tenía tiempo sin pasar porque ando full con las clases. jaja ya leí el post de los guarda espaldas y las llamadas a media noche jajajajaja
Esto se parece mucho a lo del super ladron... me encanto, que risa, que risa... demasiado bueno... con que koalas? jajajajajajaja.. esos bichos aun se usan? jajajajajajajajajajajaja
Besos, que risa, estoy muerta de risa y mi esposo preguntándome por que?, que risa contigo chico.
Epa! como vamos a hacer cuando vayamos al cine? porque yo me como las cotufas como si fuese Chavez haciendo misiones... tequeños? en el cine? en serio? que malditin eres para decirlo por este medio, no tienes compasión... te lo perdono porque me caes bien...
Estos son tus post que de verdad disfruto, es que me hago la peli, demasiado bien.
Mas besos.
Qué susto! Menos mal que solo fue eso, un susto! Besos.
Jejejejejeje te pasas chamooo... Cómo vas a nadar con ese rialero por ahí... Yo lo mas caro que he dejado en un cine es un teléfono y me se me bajo la tensión, pensé que iba a morir... NO me quiero imaginar que se me pierdan 6 palos... jajajajaj saludos y abrazos
Dios!!!!...de terror!!!, que post más bueno!!!, no no no, mejor dicho, que blog más bueno tiene profe, no por nada es tan famoso...jajajajaja...admirable...
Además, fue un texto de autoayuda jejeje... me consuela que no sea la única perdida y despistada que transita por las calles
Mi respeto para usted
No es posible que tanto despiste venga de ti. Por Dios Erwin. Por fin conozco a alguien que no le gusten las cotufas, que se enganche el koala todo el día y que sea más despistado que yo. Saludos
jajajajaja q bueno el cuento me vinieron a la mente tantas cosas q he botado, pen drive, llaves, hp's, carnets, cedula, cuadernos, celulares, koalas, zapatos, carteras.. pero nunca tanto real!!?? y menos ajeno
jajajajaja
Uy chamo, yo he dejado en el cine, cartera, llaves del carro, cascos, celular, en fín todas las cosas que pueda tener son propensas a que las deje en alguna parte y claro que se te pueden olvidar porque uno se mete tanto en el peo de la película que cuando termina uno es alguien diferente al que llegó y por eso ni voltea a los lados, a menos que haya alguien que te hayas pillado cuando entras a la sala... Haha.
Jajajajajajajajajajajajajaja te pasastes, ya sabes que para la próxima que vayas al cine, no te sumerjas tanto en las películas, porque quizas llegues sin nada a tu casa por haberlo dejado en el asiento... mayor susto (o.O) y lo peor es que no era tuyo... bueno a tener cuidadito para la próxima, es cierto que no es bueno reirse de la desgracia ajena, pero no pude evitar hacerlo a leer el post.
jajajajaj me tenias temblando en esta oficina.. jejejeje
Gracias a Dios que no paso nada Erwin..
Qué buen cuento!!!!... ya los panas iban a resolverse las compras navideñas...
Hey eso sólo le pasa a Mi Tutor y al Pato Lucas jajaja coincido con el Sr. Urribarí, para la próxima y ojalá que no haya, es mejor dejar el dinero aunque sea bajo la tierra jajaja Saludos* LuCiNa'
P.d: Excelente manera de narrar las historias, me senti identificadísimaaa con una de ellas, Lo Felicito! ;)
Amor...no existe una palabra más cursi, cruel e insignificantemente corta para definir lo que todos buscamos a lo largo de nuestra existencia, por que en el fondo de tu relato es eso amor... amor por tu trabajo, por la vida misma acaso me vas a decir que cuando recobraste el dichoso botín no sentiste la mano bendita acariciando todo tu ser en señal de amor, de protección y sobre todo la satisfacción y complacencia de recuperar la fe y tu almas, intactas después de contar el último billete
Regresé a este rincón de crónicas impecables para darme duro con mi historia favorita "El presido botín". Cada vez que salgo del cine viene a mi mente esta odisea del koala y sonrío. Necesitaba reforzar los detalles. Profe siga brillando =9
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